Brasil sufre de una epidemia de obesidad infantil, uno de los temas centrales que Sports Value va a invertir en estudios y proyectos que apunten a una mejora de nuestro escenario.
Según datos del IBOPE, 1/3 de los niños brasileños entre los 4 y 12 años están por encima del peso. Los dos principales factores de este terrible mal: la mala alimentación y el sedentarismo.
El futuro de un país depende de sus niños y jóvenes y lo que estamos viendo es un empeoramiento constante de la salud de los 0 a los 12 años y de los adolescentes también.
Las enfermedades graves como la presión arterial alta, la diabetes, el colesterol alto son la realidad de muchos niños hoy en Brasil.
La falta de práctica deportiva es creciente para ese púbico, una parte muy representativa de los niños es sedentaria, lo que definitivamente acaba siendo el gran responsable de esa epidemia.
Un niño tiene que estar en actividad, siempre, gastando energía y practicando deportes.
Los niños que están enfermos en general se quedan en casa, en el sofá, comiendo mal, jugando videojuego o en Internet.
Según serios estudios médicos, la obesidad infantil adquirida en la infancia tiende a acompañar a la persona durante la vida adulta.
Los patrocinadores pueden cambiar todo esto
La falta de políticas públicas inviabiliza que Brasil revierte ese cuadro por el sector público.
Así los patrocinadores, de los más variados sectores deben tomar la iniciativa y contribuir con la salud de los niños y concientización de los padres y responsables.
Sports Value cree que los proyectos mercadológicos con budget próprio de las empresas deben ser utilizados, ofreciendo deporte y ocio para los niños y adolescentes. Cuanto más la marca invertir, más va recibir beneficios.
En este caso el retorno no es sólo de medios, sino de cambio efectivo del ambiente, reduciendo drásticamente los índices de sedentarismo y obesidad infantil.
Cuanto más se practica deporte cuando es niño, mayor es la oportunidad de hacerlo posteriormente. Lo mismo vale para el consumo de marcas.
Con inversiones correctas y con retorno en diferentes frentes, las marcas pueden conquistar eternamente el corazón y la mente de los consumidores, por toda la vida.
Literalmente es construir con el consumidor de las marcas un mundo mucho más sano y feliz.